Читать книгу Cosmopolítica y cosmohistoria: una anti-síntesis онлайн
54 страница из 62
Siempre debemos tener en mente que los espacios de intercambio e interpenetración entre mundos, los ámbitos en que pueden aflorar las formas diferentes de ser y vivir en el tiempo y en el espacio son, por definición, precarios y ambiguos: están atravesados por relaciones de poder violentas, sitiados por imposiciones e intolerancias, amenazados por la persecución religiosa y cultural; y eso tanto en el siglo XXI como en el XVI. Pero este peligro es también una chispa de esperanza, como explica Benjamin:
Articular históricamente el pasado no significa conocerlo “tal como verdaderamente fue”. Significa apoderarse de un recuerdo tal como éste relumbra en un instante de peligro. De lo que se trata para el materialismo histórico es de atrapar una imagen del pasado tal como ésta se le enfoca de repente al sujeto histórico en el instante de peligro. El peligro amenaza tanto a la permanencia de la tradición como a los receptores de la misma. Para ambos es uno y el mismo: el peligro de entregarse como instrumentos de la clase dominante. En cada época es preciso hacer nuevamente el intento de arrancar la tradición de manos del conformismo, que está siempre a punto de someterla. Pues el Mesías no sólo viene como Redentor, sino también como vencedor del Anticristo. Encender en el pasado la chispa de la esperanza es un don que sólo se encuentra en aquel historiador que está compenetrado con esto: tampoco los muertos estarán a salvo del enemigo, si éste vence. Y este enemigo no ha cesado de vencer (Benjamin 2008: 40).