Читать книгу Palabras grabadas en mi alma. Testimonio de una discípula del maestro Peter Deunov онлайн
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– ¿Y cuál es la causa psíquica de mi miopía?
El Maestro no respondió a mi pregunta y me dijo:
– Ahora haz lo que te acabo de decir.
Me fui a casa y me quité las gafas. No sin dificultad me acostumbré a no usarlas, pero con el tiempo lo conseguí. Seguí al pie de la letra los consejos del Maestro. En secreto, todas las noches, recorría el jardín sin gafas. Tres veces al día, me escondía en diferentes lugares para concentrarme en mis ojos durante cinco minutos. Y en mi habitación predominaba el color verde.
Pasaron tres años y medio. Cuando iba al teatro llevaba gafas, podía ver mejor, aunque me dolían los ojos.
Un día, fui a ver al oftalmólogo, el profesor Pachev, al que consultaba desde hacía años. Pensaba que mi miopía era incurable, y que por tanto siempre tendría que usar gafas para que no empeorara. Se sorprendió mucho al comprobar que había ganado dos dioptrías y media: “Bueno, a veces la naturaleza hace milagros”, dijo al redactar una receta para vidrios de cuatro dioptrías.
Me sentí verdaderamente muy feliz al constatar que los consejos del Maestro eran más eficaces que las recetas del médico. Mi madre, que me acompañó al oftalmólogo, comprendió el sentido y la eficacia de mis ejercicios que, hasta entonces le parecían excéntricos. Como resultado, ella se aseguró de recordarme todas las noches que no olvidara caminar en la oscuridad, cuando hasta entonces había considerado que no tenía sentido.