Читать книгу Palabras grabadas en mi alma. Testimonio de una discípula del maestro Peter Deunov онлайн

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Mientras hablaba, el Maestro me escuchaba y sentía su mirada penetrante: “Ella está en un lugar muy hermoso, y se siente mucho mejor allá lejos...”

Su respuesta fue muy vaga y pensé que cualquiera podría haber dicho lo mismo. “Sus padres ya no pueden verla en sueños, porque sus lágrimas le impiden acercarse a ellos”, continuó el Maestro.

Pensé que incluso eso, cualquiera podría haberlo dicho.

Entonces el Maestro extendió su dedo hacia mí, se puso muy serio y me dijo: “¡Escucha bien ahora! Su hija vino a su familia para tratar de fundir el hielo de sus corazones. Ambos son grandes egoístas...” Y continuó dándome detalles asombrosos sobre la vida de esta familia: “Puesto que no han tenido en cuenta las lecciones que el Cielo ya les ha dado, ha empleado otros medios llevándose a su hija Dora. Ahora, gracias a sus sufrimientos, aprenderán. ¿Comprendes? Pero esto solo te lo digo a ti. A los padres, les dirás que ahora su hija está mejor donde está y que siempre está con ellos. Si desean seguir viéndola en sueños, deben enviarle buenos pensamientos y dejar de lamentarse por su pérdida. Que ahora repartan sus vestidos a los pobres. ¿Es suficiente?”, concluyó el Maestro.


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