Читать книгу Si tuviera que volver a empezar.... Memorias (1934-2004) онлайн

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Hacía bastante tiempo que se comentaba en la tertulia, que los militares debían de estar preparando sigilosamente alguna conspiración y que la indecisión del gobierno estaba propiciándola. Uribarri era de esta opinión, aunque alegaba se estaban tomando medidas precautorias a través de la Unión Militar Republicana Antifascista (UMRA). El espectro político de izquierdas desde las elecciones del 16 de febrero de 1936 estaba compuesto por la unión de las fuerzas políticas y sindicales democráticas: republicanos, radicales socialistas, socialistas, comunistas, trotskistas del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Las fuerzas políticas de la derecha estaban asentadas en tres frentes: La Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) de Gil Robles, partido mayoritario constituido por parte de los sectores allegados a la iglesia, burguesía, terratenientes, etc., que por su simpatía a los nuevos aires nazi-fascistas de Alemania e italia, miraban con buenos ojos cualquier movimiento militar; Renovación Española dirigida por Calvo sotelo y por último Falange española dirigida por José Antonio Primo de Rivera. Estos dos últimos estaban inspirados en el movimiento nacional-socialista de Hitler, asumiendo la denominación de partido nacional-sindicalista y utilizando la violencia en todas las provincias de España, lo que motivó la detención de Primo de Rivera en el mes de marzo de 1936.


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