Читать книгу Si tuviera que volver a empezar.... Memorias (1934-2004) онлайн
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No puedo aún entrar de lleno en el acontecimiento de este día sin antes hablar de mi padre, que se merece un buen capítulo, pues de no haber disfrutado de un progenitor tal cual fue, este día que significó una fecha que dividió la historia de España en dos épocas, antes del 18 de julio y después del 18 de julio, hubiese transcurrido para mí como un día más, sin expectación, sin incertidumbres… Esta mención que le debo, antes de entrar en los pormenores del día, es gracias a la educación que de él recibí y a la observación constante y admirativa por mi parte de su idiosincrasia, que siempre me ha servido de norma para asumir la distinción entre el bien y el mal, cuanto más al respeto y asunción de la moralidad y dignidad.
Era persona de fuerte personalidad, marcado carácter, gran defensor del más débil, de la libertad y de cuanto llevase aires de justicia y progreso. En este aspecto exteriorizaba su admiración por la Revolución francesa y sus destacados protagonistas como Robespierre, Marat, Danton. Todas estas cualidades le configuraban como personaje dado al buen consejo.