Читать книгу La democracia a prueba. Elecciones en la era de la posverdad онлайн
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Ahora bien, en un escenario donde se adjudicaran los triunfos de cada partido coaligado en función de los votos que recibió en las urnas y no con base en lo suscrito ex ante entre los partidos en sus convenios de coalición, la composición legislativa resultaría significativamente distinta, como se muestra en el cuadro 7.
De esta forma, si se hubieran reconocido a Morena todos los triunfos uninominales de candidatos que ganaron por los votos recibidos por ese partido –es decir, 220–, habría alcanzado a través de mayoría relativa el 44% de la Cámara. Y como su votación nacional emitida fue 41.34%, podría haber recibido hasta un 8% de diputados adicionales, con lo que el límite sería de 49.34%, que corresponde a una bancada de 246 diputados. Esa es la cifra máxima de diputados que el artículo 54 constitucional fija a Morena para la LXIV legislatura de acuerdo con su votación nacional emitida de 2018.
Mientras tanto, el PT habría llegado a 13 diputados de representación proporcional, que sería su total puesto que no ganó algún distrito por sí mismo. A su vez el PES, al no llegar al 3% de la votación exigida por la Constitución para acceder al reparto de diputados de representación proporcional, no tendría legisladores por ninguno de los dos principios. En total, siguiendo el criterio de los votos depositados en las urnas y no el de los convenios, los partidos de la coalición Juntos Haremos Historia habrían sumado 259 diputados, el 51.8% de la Cámara –aun con la disposición de sobrerrepresentación del 8% del artículo 54 constitucional– y no 308, el 61.6% de que dispusieron al iniciar al LXIV legislatura.