Читать книгу La democracia a prueba. Elecciones en la era de la posverdad онлайн
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La diversidad política también se ha concretado en la Cámara de Senadores. Como puede observarse en el cuadro 8, en lo que va del siglo ningún partido se ha hecho con al menos 65 senadores, que es el umbral mínimo para alcanzar la mayoría. En las legislaturas LXIV (2018-2021) y LXV (2021-2024), no obstante, los legisladores electos que fueron postulados por la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y PES) suman 69 escaños (cuadro 9), y eso sin contar posibles adhesiones posteriores.
En el Senado también hay una integración mixta. Tres senadores se eligen directamente en cada entidad federativa, lo que da 96 legisladores, el 75% del total. Los 32 senadores restantes (25%) se obtienen de una lista nacional en una única circunscripción electoral en todo el país.
En cada entidad se otorgan dos senadores para el partido más votado y uno para la primera minoría, así que la primera fuerza siempre tendrá el 66.7% y la segunda fuerza el 33.3% de la representación de la entidad federativa correspondiente, si bien lo usual es que el apoyo electoral para primero y segundo lugar no sea de tan amplias magnitudes. Como se observa, no hay lugar para que una tercera fuerza alcance representación directa de alguna entidad. La distorsión agregada entre porcentajes de la votación y de legisladores se atempera con la presencia de 32 senadores electos a través de una lista nacional con proporcionalidad directa, pero con el inconveniente de que dicha lista altera el pacto federal que da origen al Senado, de acuerdo con el cual cada entidad debe pesar lo mismo y tener idéntico número de legisladores.