Читать книгу Cuestiones jurídicas relevantes sobre la economía conyugal онлайн
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En efecto, nunca una calificación incorrecta y abusiva en términos recaudatorios de los hechos puede satisfacer el interés general, porque tampoco lo haría contravenir el interés legítimo de los particulares. Cada ciudadano es muy libre para operar con observancia de las leyes, pero en la línea que le reporte su mejor rédito. La economía de opción en modo alguno supone un fraude si se respetan los generosos límites que marcan la frontera del ordenamiento jurídico. La libertad y el autogobierno son piezas claves en la conducta de los individuos, que no cabe reprimir sin causa motivada y proporcional. No sería justo ni equilibrado presumir intenciones torticeras en cada elección promovida por la inteligencia de sus actores, sin que cualquier fórmula que se apareje resulte sospechosa, ni esté dirigida siempre al afán de lucrarse. La presunción de buena fe que opera tanto en el Derecho como en las relaciones interpersonales constituye un axioma firme y así consta de manera profusa en el Código Civil. No implica solo una suposición técnica, sino que radica en ser justa (ideal ético), razonable (principio jurídico) y además acorde con los hechos (pauta estadística). Quien la intente destruir, debe soportar en pura lógica la carga de la prueba contradictoria. No cabe proponer suspicacias generalizadas opuestas, al menos mientras perduren las exigencias de un auténtico Estado de Derecho.