Читать книгу Las políticas sociales que vendrán онлайн
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Los cínicos eran por el contrario ácratas, enemigos del Estado y de la ley. En una obra perdida, Politeia, parodiaban la República de PLATÓN. El cínico DIÓGENES postulaba un ideario naturalista; admitía el incesto y la antropofagia, aboliendo la religión, la propiedad privada, y recomendando, como otros utópicos, la comunidad de mujeres y de hijos.
Una vez superada la cultura clásica de la polis, el estoicismo es la creación filosófico-religiosa más adecuada al espíritu de la época helenística; es una filosofía humanista (“soy humano y nada humano me es ajeno”): el universo es nuestra patria común; somos ciudadanos de la misma ciudad, tanto hombres como mujeres, libres como esclavos, griegos como no griegos. El fundador era un semita de Chipre, ZENÓN DE CITIO. Los estoicos cifran en el amor de familia, la oikeiôsis, una sociabilidad cada vez más amplia, sin detenerse en la ciudad estado, sino generalizando el amor hacia toda la Humanidad; son cosmopolitas. CICERÓN, Sobre los fines 3.62, sigue esta teoría de un derecho natural racional y universal por encima de las leyes propias de cada Estado: “la naturaleza nos impele a amar a los que hemos engendrado y de ahí se generaliza la relación natural entre los humanos”.