Читать книгу La universidad cambiante. El uso de nuevas tecnologías y transferencia de resultados para la inclusión y el cambio social онлайн
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También es cierto que la inicial destrucción de empleo derivada del uso de una nueva tecnología, en cierta medida, se ve compensada por el empleo generado en el diseño, producción, instalación, mantenimiento, etc., de esa nueva tecnología. ¿En qué medida? Parece que es muy difícil de prever, los estudios prospectivos sobre la automatización del trabajo difieren entre sí, pero seguramente se saldará en términos negativos para el empleo humano. Ello seguramente hará aflorar capas de población improductivas para el sistema económico y esto ya se traducirá en una nueva cuestión social a resolver en clave de política social.
Para no caer en una visión en exceso catastrofista, cabe pensar que al menos en parte se tratará –tomando prestada una expresión de Shumpeter– de un proceso de destrucción creativa propio de la evolución del propio capitalismo (mientras la lógica capitalista sea viable tal como la entendemos en la actualidad).
En este sentido, el Informe del Word Economic Forum, The Future of Jobs. Report 2020, octubre 2020, advierte que, aunque el número de puestos de trabajo destruidos será superado por el número de puestos de trabajo que se crearán mañana, pero que, a diferencia de años anteriores, la creación de empleo se desacelera mientras se acelera la destrucción de empleo, estimándose que para 2025, 85 millones de empleos pueden ser desplazados por un cambio en la división del trabajo entre humanos y máquinas, mientras que 97 millones de nuevos perfiles pueden emerger como más adaptados a la nueva división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos.