Читать книгу Mujer, inclusión social y Derechos Humanos. Reflexiones desde las ciencias sociales y jurídicas онлайн

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En este proceso de cambio, las mujeres están teniendo un papel importante. En tanto que principales responsables de la crianza y transmisión cultural a las nuevas generaciones (Asensio Belenguer, 2011; Peña García, 2020), la educación de las mujeres es una herramienta para conseguir cambios a mayor escala, ya que esta educación no solo las capacita para ayudar mejor a sus hijos e hijas en sus estudios, sino que sirve de ejemplo a seguir por parte de esos niños y niñas. Así lo pone de manifiesto un estudio que correlaciona el nivel máximo de estudios alcanzado por los progenitores con las expectativas de formación de sus hijos:

En el caso de hijos e hijas de padres o madres con estudios superiores, el 8% aspira a tener bachillerato (ni siquiera ciclos formativos de grado medio), y el 91% estudios superiores, de los que un 83% aspira a estudios universitarios. Estos datos ponen de manifiesto la valoración positiva que los hijos e hijas hacen de los logros de sus progenitores en cuanto a su situación académica y, por tanto, la idea de que ellos deben conseguir al menos lo mismo que sus padres o madres o un mayor nivel educativo (FSG, 2013, pp. 23-24).

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