Читать книгу Mujer, inclusión social y Derechos Humanos. Reflexiones desde las ciencias sociales y jurídicas онлайн
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En mi casa nunca me preguntaban si tenía deberes, no tenía un padre o una madre pendiente de mis estudios. Nunca me castigaban por esas cosas […] Te dan ya desde que eres pequeño la opción de ir al cole, pero sabiendo que cuando acabes no puedes ir al instituto […] Y llegaron los 16 y con todo el dolor de mi alma lo tuve que dejar. (E1)
Respecto a la presión familiar para dejar los estudios, las participantes pusieron de manifiesto las diferencias entre chicas y chicos. Mientras a ellas se las saca muy jóvenes de las escuelas, a ellos se les permite seguir estudiando si así lo desean. Esta práctica se relaciona con los roles de género, pero también con la desconfianza hacia el instituto y el temor a que, en un espacio culturalmente mixto, las jóvenes se emparejen demasiado pronto.
Claro, yo lloraba, porque yo quería estudiar, es lo que me apasionaba […] y luego ves a tu hermano al lado, que está estudiando una carrera, que llega el viaje de fin de curso, que a él le dejan y a ti no porque eres la niña. […] Yo estoy segura de que mis padres jamás actuaban en contra mía, sino por protegerme, porque se pensaban que me protegían… El mayor miedo que tenían mis padres era que me enamorara de un payo. (E1)