Читать книгу Mujer, inclusión social y Derechos Humanos. Reflexiones desde las ciencias sociales y jurídicas онлайн
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No obstante, si bien es cierto que las mujeres abandonan los estudios en mayor proporción que sus compañeros varones, también se ha observado que tienden a retomarlos en mayor medida (22% frente al 20.5% en la franja de 12 a 17 años, y 27.8% frente a 23.9% en la franja de 18 a 24 años). El estudio de FSG (2013) señala que el principal motivo por el que estos jóvenes se reincorporan a los estudios es el de encontrar mejores opciones en el mercado laboral, aunque destaca “entre las chicas más mayores el hecho de que antes no podían estudiar, porque no era decisión propia, y ahora sí” (FSG, 2013, p. 20).
Esto coincide con el testimonio de algunas de las mujeres entrevistadas, que aluden a un deseo de haber continuado estudiando de no haber sido por la decisión de sus padres de sacarlas del instituto. Pero ya en la adultez, han podido tomar sus propias decisiones y una de ellas ha sido la de retomar los estudios. Este retorno al sistema educativo está contribuyendo a equilibrar las diferencias entre géneros respecto a los estudios realizados. Así, Gamella (2011) muestra como los hombres han accedido a la universidad una década antes de que comenzaran a hacerlo las mujeres, pero su número se ha equiparado progresivamente, hasta revertirse. Esta equiparación entre sexos se observa también en cuanto al nivel máximo de formación alcanzado por la población gitana joven: