Читать книгу Mujer, inclusión social y Derechos Humanos. Reflexiones desde las ciencias sociales y jurídicas онлайн
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Pero, además, la figura de la mujer universitaria gitana también supone cambios en las relaciones y los roles de género dominantes. A pesar de que los estudios previos hablan de claras diferencias de género en cuanto a la trayectoria educativa de la infancia y la juventud gitana, que perjudican de forma específica a las niñas y jóvenes, también nos encontramos con una mayor tasa de reincorporación a los estudios entre las chicas. Estas diferencias de género llegan hasta el nivel universitario, destacando un 80% de mujeres gitanas en este nivel (Montañés Álvarez, 2011). En este acceso a la enseñanza universitaria debemos destacar la importancia del apoyo y la negociación con el núcleo familiar más cercano, especialmente en el caso de aquellas mujeres que son madres. Pero, además, este proceso de negociación requiere demostrar a cada paso que educación e identidad no están reñidas. Como destaca Vargas,
En esa decisión [de estudiar] no solo entran en juego sus capacidades académicas sino también los sistemas de mediación social y familiar para poder hacer frente a las dificultades encontradas a lo largo del camino, ya que a través de sus actos y palabras deben mostrar que son capaces de articular tradición y progreso en relación con su identidad cultural (Vargas del Amo, 2018, p. 103).