Читать книгу Una arquitecta del cambio social desde el activismo y las políticas públicas. Testimonios de rutas compartidas con Isabel Martínez Lozano онлайн
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Hasta ahí la teoría de los perdedores de la globalización. Una teoría que tiene un enorme predicamento pero que también presenta algunas fallas. La más importante, el vínculo de causalidad que esta teoría establece. Lo que sabemos es que la clase media trabajadora de las economías más avanzadas está sufriendo los efectos de la globalización y que, en ese período de tiempo, se ha producido un ascenso del nacional-populismo. La teoría de los perdedores de la globalización establece una causalidad directa entre ambos fenómenos, pero eso es algo que no es evidente. De hecho, varios trabajos han mostrado que los votantes del Brexitssss1 así como los votantes de Trump no coinciden exactamente con el dibujo de clase trabajadora depauperada a la que apunta la teoría de los perdedores de la globalización.
Un detallado trabajo de J. Rothwell y Pablo D. Rosell para Gallup nos permite entrar más en el detalle de esos votantes estadounidenses. En ese trabajo, los autores desagregaron el voto a Trump por distritos y grupos sociales. Lo que los resultados mostraron es que los votantes de Trump tienen más ingresos que la media en su propia comunidad, pero son votantes que viven en zonas –mayoritariamente blancas– en las que está extendido el temor económicossss1. En la misma línea, Nate Silver apunta que entre los votantes de Trump no se encuentran de un modo mayoritario quienes han sido relegados a los márgenes de la economía y la sociedad por la globalizaciónssss1, no están sufriendo en primera persona los efectos del declive de un sector económico, pero sí viven en lugares –y esto es lo decisivo– en los que se ha extendido ese temor. Una encuesta realizada por The Washington Postssss1 y ABC, indica algo parecido: no hay una conexión determinante entre pérdida personal de ingresos y apoyo a Trump. Sin embargo, cuando se les pregunta si “sienten que están luchando para mantener su nivel de vida” quienes contestan afirmativamente es más probable que apoyen a Trump. Y ahí, no en la situación objetiva sino en la amenaza sentida, es donde está la clave: “La ansiedad económica es sobre el futuro, no sobre el presente […] el atractivo de Trump era mayor en lugares en los que la gente estaba más preocupada por lo que el futuro puede suponer para sus empleos, incluso aunque no se trate de lugares en los que las condiciones económicas son peores en la actualidad”ssss1.