Читать книгу Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque онлайн

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Además de dicha denuncia, Campillo estaba siendo investigado en el marco de la Causa de los Cuadernos que comenzó en 2018, luego de que el periodista de La Nación Diego Cabot recibiese “una bolsa” de una fuente de información que en su interior contenía ocho cuadernos marca Gloria3. Los mismos poseían datos muy precisos sobre presuntos pagos de sobornos de funcionarios que integraron el Ministerio de Planificación Federal, durante los mandatos de la expresidenta Cristina Fernández. El autor de esos manuscritos fue Oscar Centeno, chofer de Roberto Baratta, exsecretario de Coordinación de Planificación Federal dependiente del ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio De Vido. El hombre que conducía a dirigentes políticos afirmó ante la Justicia haber escrito los cuadernos.

Por ello, cuando el espía D’Alessio le deslizó a Pedro Etchebest que podía estar involucrado en una de las causas de corrupción que mayor cobertura le daban los principales medios de comunicación, el espanto y asombro lo llevaron a seguir enviándole mensajes. Marcelo Sebastián, el hombre que decía estar “de pedo, en el lugar indicado”, estuvo rápido de reflejos y le envió capturas de pantalla que mostraban un diálogo directo con el mismísimo fiscal de la investigación de la Causa Cuadernos, Carlos Ernesto Stornelli.

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