Читать книгу Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque онлайн

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En 2015, por ejemplo, podría haber hecho una fiesta por sus cuatro décadas de vida, pero aquel 22 de diciembre fue noticia por haber sido el hombre que, mediante una medida cautelar, frenó las designaciones de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti para ser jueces de la Corte Suprema. El entonces presidente, Mauricio Macri, su jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun, y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, firmaron el decreto 83/20154 que, bajo el amparo del artículo 99 de la Constitución Nacional, designaban los dos nuevos miembros en el máximo tribunal del país. La medida nunca se concretó. La cautelar de Ramos Padilla tildaba al decreto de ser “arbitrario y abusivo”, lo que le costó quedar públicamente en la vereda de enfrente del flamante gobierno. Hacía doce días que Macri había jurado como Presidente y ya tenía un primer traspié en la justicia. “Ya se ha mandado varias”5, dijo el jefe de Estado años después en una entrevista televisiva al ser consultado por el juez en cuestión.

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