Читать книгу Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque онлайн
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El mismo año, el magistrado de Dolores estaba finalizando su subrogancia en el Juzgado Federal N° 1 de Bahía Blanca. Había tomado el cargo desde el 26 de junio hasta el 31 del doceavo mes, fecha en que puso punto final a su accionar. Por eso, el miércoles 30 de diciembre, en vez de haber festejado sus 40, el magistrado durmió gran parte de la jornada y procesó los últimos diez días de su vida.
Los cumpleaños y fiestas de los años 2016 y 2017 acontecieron sin mayores sobresaltos junto a su esposa e hijos. El 30 y 31 de diciembre de 2018 fueron los últimos días de tranquilidad en la vida de los Ramos Padilla. Para 2019, el juez tenía objetivos que no fueron ni por asomo los que consiguió. En su carrera dentro del sistema judicial, había concursado para ocupar el Juzgado Federal N° 1 de La Plata que tiene a cargo los procesos electorales de la provincia de Buenos Aires. Si bien no tenía esperanzas de que, en caso de ganar, el gobierno de turno lo nombrara, sí le interesaba volver a Capital Federal, donde su familia está radicada. El brindis de esa noche también deseó que el año entrante impar pudiera terminar su tesis doctoral sobre Malvinas, que aún tiene inconclusa.