Читать книгу Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque онлайн
22 страница из 114
Quincenas de subrogancias
El primer mes del año no fue de ocio ni de arena ni de sol. A pesar de estar en feria judicial, el Juzgado de Dolores continuó con movimientos de expedientes. A diferencia de otras fiscalías, dicha dependencia abarca gran parte de la costa bonaerense, por lo que, durante el verano, cuando un porcentaje bastante importante de la población vacaciona en la Feliz y alrededores, inevitablemente aumentan los delitos, contravenciones, multas y operativos de seguridad. La intervención judicial es requerida.
Del primero al quince de enero, el magistrado del Juzgado Federal de Primera Instancia de Necochea, Bernardo Bibel, subrogó a Ramos Padilla en Dolores. El juez saliente vacacionó con con su familia. La segunda quincena se invirtió la ecuación y Alejo Ramos Padilla trabajó con un secretario penal, un empleado de esa secretaría, un prosecretario civil y un agente administrativo. Un total de cinco personas para recibir las causas de Dolores y Necochea. Al poseer el know how6 para responder a las distintas contingencias, producto de haber pasado varios veranos en el Juzgado, el funcionamiento con el mínimo de personal respondía acorde a las exigencias. No era fácil sorprender a cualquiera de los dos jueces con las infinitas situaciones que podían generarse en esos calurosos días.