Читать книгу Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque онлайн
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A los ojos de D’Alessio parecía que el chacarero comenzaba a entender cómo iban a ser las cosas y que debía pagar o pagar. En los ojos de Etchebest, el segundo desembolso sería el último antes de hacer la denuncia y olvidarse, definitivamente, de los aprietes que estaba sufriendo. Disfrutando del calor de enero, ese jueves 24 acordaron un tercer encuentro para el 5 de febrero. El abono sería de U$200 mil que irían a las arcas del fiscal Stornelli.
Cinco días más tarde, el martes 29 de enero y en el Juzgado de Dolores, la fiscal Natalia Corbetta solicitó los registros de las cámaras de seguridad del hotel Alvear Icon & Residence, del restaurante Selquet y del parador CR de Pinamar los días en que se habrían realizado los mencionado pagos y reuniones. La funcionaria tenía en claro que debía cesar el delito en curso. El juez Ramos Padilla acompañó los oficios y actuó en consecuencia.
ssss1 Como autora del libro resguardaré el nombre de la hija e hijo de Marcelo Sebastián D’Alessio por razones de seguridad.