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–¿De qué se trata esto? Los encararon.

Entonces él dijo:

–Somos novios, ¿qué hay de malo en despedirnos?

Los apoderados miraron a la mejor amiga de la hija mayor con desprecio. ¿No podía acaso comportarse con un mínimo recato? ¿A cargo de un equipo? ¿Del boletín? ¡Que chica más mal elegida! Esta escena sería comentada por los padres, distorsionada y aumentada a tal punto que la actividad mixta entre jóvenes apareció como una clara amenaza a la honra de sus hijas. Organizaron visitas al lugar durante todo el período de la Acción Social para prevenir desórdenes de este tipo. Los padres de la nueva monitora no supieron de esta escena porque andaban de viaje por esa fecha. Pero ella se sintió avergonzada. No le gustaba estar fuera de norma. La ponía incómoda. Mas encima ahora aparecería como la nueva pareja del jefe de grupo. Varios amigos los felicitaron y otros miraban, de lejos, con recelo.

No era la primera.

La encargada del boletín estaba sorprendida y confundida. Eran dos las sensaciones que alcanzaba a vislumbrar. Una, la sensación de rechazo que le generaba ese hombre muy mayor que ella y la otra, la oportunidad de sentirse protegida que esta propuesta parecía abrirle. Estaba confundida, no lograba aclararse hasta que pensó que una vez que se terminara la acción social de ese verano él se aburriría. Se va a aburrir de mí y se irá. Así es que no es necesario enfrentarlo justo ahora que vamos partiendo. Y decidió decirle que lo pensaría. Pasará, pensó, pasará, pasará, sh, sh.

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