Читать книгу Sin miedos ni cadenas. Lecturas devocionales para damas онлайн
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Las palabras más duras de Jesús, registradas en los Evangelios, son siempre dirigidas a los dirigentes de la fe que proyectaban una imagen falsa de Dios; nunca a los pecadores que buscaban ayuda. “Así que el Señor respondió: ‘¡Hipócritas! […] ¿Acaso no desatan su buey o su burro y lo sacan del establo el día de descanso y lo llevan a tomar agua? Esta apreciada mujer, una hija de Abraham, estuvo esclavizada por Satanás durante 18 años. ¿No es justo que sea liberada, aun en el día de descanso?’ ” (Luc. 13:15, NTV). Generalmente tendemos a suavizar la personalidad de Jesús y a pasar por alto sus “exabruptos”. Hoy te pido que no lo hagas. Presta atención a cada palabra que Jesús dijo. ¡Bébelas, porque son gotas de agua viva! Jesús nos está haciendo reflexionar. ¿Realmente creemos que Dios tendrá menos compasión de nosotras que la que tenemos de un animal?
Una de las tácticas más diabólicas y efectivas que el enemigo usa es proyectar sus defectos en Dios. Imagina que tienes una enfermedad terminal y hay un médico que puede curarte. Sin embargo, alguien te hace creer que ese doctor te odia, que es cruel, y que si le pides ayuda intentará asesinarte. ¿No correrías espantada? ¡Por eso Jesús se enojó tanto! Él estaba diciéndoles a las autoridades de la iglesia: “No, este no es Dios”. Jesús vino para quitar la máscara al enemigo y revelar el amor entrañable del Padre.