Читать книгу Sin miedos ni cadenas. Lecturas devocionales para damas онлайн
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Señor, ¡gracias por tu inmenso amor!
4 de enero
¿Me reconoces?
“Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’?” (Juan 14:9, LBLA).
He descubierto que cuando me aliso el cabello, mucha gente no me reconoce. En broma le dije un día a una amiga: “Si quiero cometer un crimen, todo lo que tengo que hacer es alisarme el cabello y nadie sabrá quién soy”. Las dos nos reímos, pero es evidente que lo que la gente recuerda más acerca de mi apariencia, es mi melena de rulos. Me resulta casi cómico que algo tan sencillo pueda confundir a tanta gente, pero a Jesús le sucedió algo similar.
Al final de su ministerio, cuando Jesús se estaba despidiendo de sus discípulos y explicándoles la promesa del Espíritu Santo, Felipe dijo: “Muéstranos al Padre y nos basta”. Sorprendido de que después de tanto tiempo Felipe no le reconociera, Jesús respondió: “¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’?” (Juan 14:7-9, LBLA).