Читать книгу Sin miedos ni cadenas. Lecturas devocionales para damas онлайн
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Una noche, Geri decidió poner un límite. Luego de años de conversaciones que no llevaban a ningún lado, ella dijo: “Peter, fui más feliz de soltera que de casada contigo. Me bajo de esta montaña rusa. Te amo y me niego a seguir viviendo de esta manera”. En esa misma conversación, Geri le informó a Peter que comenzaría a asistir a otra iglesia con sus hijas, para poder llevar un ritmo de vida más saludable. Al principio, Peter estaba furioso, preocupado por lo que diría la gente. Sin embargo, hoy cree que eso fue lo más bondadoso que Geri haya hecho por él en todo su matrimonio, al forzarlo a enfrentar la realidad y sanar la relación.
Aunque hablamos mucho acerca de la temperancia, pocas veces la practicamos en lo referente al trabajo y a la iglesia. Creemos que tener una buena relación con Dios implica estar ocupadas trabajando para él. Lamentablemente, esto no siempre es así. Es posible trabajar para Dios por razones equivocadas. Es posible mantenernos ocupadas en la iglesia para evitar enfrentar problemas en casa. También es posible desperdiciar años tratando de impresionar a otros con nuestra espiritualidad y eficiencia.