Читать книгу Sin miedos ni cadenas. Lecturas devocionales para damas онлайн

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Señor, te agradezco porque tu poder para redimir se extiende a todos y cada uno de mis errores. Hoy no escondo mis fracasos, sino que te los entrego. ¡Transfórmalos para tu gloria!

17 de marzo

Recuperar el bronce


“Así que Eleazar, el sacerdote, recuperó los doscientos cincuenta incensarios de bronce usados por los hombres que murieron en el fuego y del bronce se elaboró una lámina a martillo para recubrir el altar” (Núm. 16:39, NTV).

En el capítulo 16 del libro de Números encontramos una de las historias más aterradoras de la Biblia. Durante la rebelión de Coré, 250 príncipes y líderes de la congregación se acercaron al atrio del Tabernáculo y quemaron incienso (algo que solo los sacerdotes podían hacer). Por su osadía, fuego salió delante de Jehová y los consumió. Entonces, Dios instruyó a Moisés: “Dile a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que saque todos los incensarios del fuego, porque son santos” (Núm. 16:37, NTV). ¿Puedes imaginarte esa escena? Eleazar debía caminar entre los cadáveres, recogiendo los 250 incensarios. Luego, debía martillar el metal para crear una lámina, y con ella recubrir el altar. ¿Por qué le pediría Dios que hiciera algo tan extraño?

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