Читать книгу Sin miedos ni cadenas. Lecturas devocionales para damas онлайн
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Es importante que aprendamos a reconocer la voz de Dios, que sepamos distinguirla de la miríada de sonidos y voces que nos asedian a diario. Si nuestra imagen de Dios es errada, si lo vemos como un tirano, confundiremos la voz del crítico interior con la suya. Como explican William y Kristi Gaultiere en su libro Mistaken Identity [Identidad equivocada], “cuando internalizas las actitudes negativas que han expresado otras personas […] es natural esperar que otros te traten de la misma manera. En este caso, la voz amorosa de Dios puede quedar distorsionada fácilmente, debido a los altavoces del crítico que reside en tu interior”. Dios te ama entrañablemente, ¡sus palabras siempre reflejarán esto! Aun cuando Dios nos corrige, lo hace con un tono amante, no de acusación y condenación (Rom. 8:1; Apoc. 12:10). Oremos para que Dios abra nuestros oídos, para que podamos escuchar la canción que él ya está tarareando mientras nos mira con ternura.
Señor, hoy quiero oír tu voz. Quiero oír la canción de amor que creaste para mí. Ayúdame a silenciar los ruidos, las críticas y los miedos, para así poder oír tu voz diáfana y amante.