Читать книгу Más allá del ayer. Misioneros en África para Jesús онлайн
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El empleado quedó sin habla. “¿Qué querría hacer este hombre con esos días en África?”, se habrá preguntado, en una época donde los destinos exóticos estaban lejos de considerarse opciones turísticas.
El hombre miró y estudió sus papeles y luego me dijo:
–La interrupción es posible, incluso sin recargo adicional.
Preferí no darle ninguna aclaración de lo que iba hacer con esos cuatro días: dudaba sobre si sería capaz de creer mi explicación.
No sabía mucho acerca de la situación en Liberia. La Segunda Guerra Mundial había dificultado los contactos, ya que el país se había aliado con los Estados Unidos, y todos los misioneros europeos emigraron o fueron encarcelados. Tenía, sin embargo, una referencia para comenzar a buscar mis raíces: recordaba muy bien que vivíamos en una estación misionera llamada Konola. Con el transcurso de los años, esta se había transformado en una gran escuela con internado: Konola Academy. En alguna parte, a unos 80 kilómetros de la capital, en dirección al interior del país, debía estar ubicada esta institución.