Читать книгу Incursiones ontológicas VII онлайн

89 страница из 185

En primer lugar, cuando hablo de ser visto por el mundo, debo abrir un poco más este concepto; para eso hago uso de la lingüística y su riqueza en palabras, para aproximarme desde otras definiciones hacia el tema. Como lo realicé en el capítulo anterior, en la búsqueda de sinónimos de ser visible me encontré con cuatro palabras que me permitieron desarrollar el camino para salir del laberinto, hoy puedo decir, que fueron ese hilo de Ariadna que me ayudó a ver la luz al final del camino, para salir de nuevo al mundo con una mirada mucho más poderosa de quien soy yo, lo que puedo hacer, lo que estoy dispuesto a sacrificar y lo que definitivamente no negocio, estas palabras son Identidad, Autenticidad, Singularidad y Particularidad.

Aunque son palabras muy similares, cada una de ellas entrega una particular mirada de la descripción dada para el ser humano, por lo tanto, la Identidad es, para Laing (1961), “El sentido que un individuo da a sus actos, percepciones, motivos e intenciones”, es aquello por lo que uno siente que es “Él mismo”, en este lugar y en este tiempo, tal como en aquel tiempo y en aquel lugar pasados o futuros: es aquello por lo cual se es identificado”. En esta definición ya se comienza a esbozar la identidad del ser individual y como los sistemas generan identidades colectivas, que a su vez aportan características de identidad individuales a cada ser partícipe dentro del sistema pero que permean al ser en su unidad tanto en el presente como en su futuro.

Правообладателям