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Gabriela
4 de enero
Cadena fuerte
“Por ella (la fe) recibieron aprobación los antiguos” (Hebreos 11:2).
Me gusta imaginar a los héroes de la fe de Hebreos 11 como los protagonistas de una larga galería de arte donde se exhiben las pinturas de personajes célebres. Y mientras caminamos por sus corredores recordamos sus acciones, que hasta hoy nos inspiran.
Pero días atrás un pastor los comparó con los eslabones fuertes de una cadena. Y vinieron a mi mente algunos tipos de cadenas que conozco. Pensé en la cadena de una bicicleta, en cadenas alimenticias. También hay cadenas de oración, cadenas televisivas. Hay cadenas para portar relojes o alhajas. Cadenas para nieve, para que los transportes no se hundan después de una gran nevada.
Pero volvamos a la comparación de cada héroe de la fe como eslabones de una cadena fuerte y segura. ¿Qué sucedería si todos los eslabones fueran fuertes menos uno? La cadena sería tan fuerte como su eslabón más débil. ¿Te sentirías seguro siendo rescatado a gran altura por una cadena así? No, ¿verdad?