Читать книгу Un rayito de luz para cada día онлайн

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Tu padre edifica allí el altar y pone la leña sobre las piedras. Tú le preguntas: “¿Dónde está el cordero que será ofrecido como ofrenda en este altar?” Tu padre responde: “Hijo mío, Dios proveerá el cordero para el holocausto”. Luego de un momento tu padre te explica que Dios le ordenó hacer este sacrificio y te pone sobre la leña. “¡¿Qué?! ¿Yo? Pero, ¿por qué yo?” Quizás gritarías: “¡Mamá, auxilio! ¡Alguien que me ayude!”

No creo que te suceda algo así; sin embargo, esta fue la historia de Isaac. Es impresionante no solo porque muestra la fe total de Abraham en Dios, sino también porque muestra la gran fe y obediencia de Isaac. La Biblia no registra que él haya intentado escaparse mientras su padre lo perseguía. Más bien el relato bíblico dice que él sumisamente obedeció la indicación de Dios y de su padre.

Esta historia termina diciendo que un ángel le dijo a Abraham: “No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”.

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