Читать книгу Un rayito de luz para cada día онлайн
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¿Y el sol? Su luz llena de alegría el ambiente y su calor nos entibia en los días fríos. Ahora, ¿notaste una cosa? Parece ser una ley de la naturaleza que todas las cosas creadas están hechas para dar algo en beneficio de otros. Todas fueron creadas para el bien de los demás. El sol no guarda su luz para él mismo, los árboles no se comen sus propias frutas, las flores no retienen egoístamente su aroma, ni los ríos se beben su propia agua. Todos fueron hechos para dar y beneficiar a otros.
Tú y yo, como hijos de Dios, no somos la excepción. ¿Por qué estás en este mundo? ¿Para qué fuiste creado? El versículo de hoy te puede ayudar a encontrar la respuesta. Vuelve a leerlo.
Gabriela
2 de febrero
Bondad ejemplar
“¡Qué bondadoso es el Señor! ¡Qué bueno es él!” (Salmo 116:5 p.p., NTV).
Había una vez un niñito que vivía en una aldea de montaña. Este niño tenía una personalidad encantadora. Era cortés por naturaleza, y parecía que sus manos voluntarias estaban siempre listas para servir a otros de manera totalmente desinteresada.