Читать книгу Elige solo el amor: La relación divina. Libro VI онлайн
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Si lo que eres no puede cambiar, y eso solo aplica a lo que eres en verdad, entonces, ¿dónde hay espacio para el miedo? Recuerda que todo miedo es miedo a no ser. De ahí la importancia de que entiendas con perfecta claridad, no solo con tu mente sino con tu corazón, ambos unidos en la verdad, qué cosa eres.
Una vez que amas lo que eres, es decir que amas a Cristo, entonces dejas de temer por la sencilla razón de que, una vez que te unes al amor que tu ser es y permaneces en él, dejas de tener miedo a perder el amor, fuente de todo temor. Si no puedes perderte a ti mismo nunca más, entonces qué pérdida real puedes experimentar. ¿Qué batalla puede llegar hasta el reino donde solamente reina la paz inquebrantable del creador de lo santo, lo bello y lo perfecto, y en el que nada que no sea él mismo puede existir? ¿Qué temor puede estar justificado una vez que vives dentro de la fortaleza del espíritu de Dios, cuya altura es tal que nada que no sea verdad puede alcanzarla?
Los iluminados, es decir, los que se aman a sí mismos a la manera de Dios y por ello aman todo lo que existe y es, no le temen a la verdad, sea la que sea y se manifieste como se manifieste. Esta aseveración es esencial para el camino que desde ahora en más recorrerás en armonía con la voluntad del Padre. La mentira es la base del ego, así como la verdad es el fundamento de la vida eterna. Por eso es que es tan importante que observes tu mente y corazón y te asegures de que jamás te descubras en nada que no sea verdad. Mentir no es propio del amor. Decir la verdad y nada más que la verdad en todo momento, lugar y circunstancia en que está es llamada a ser dicha dentro del abrazo del amor, es lo propio de los que ya no viven identificados con la ilusión.