Читать книгу Hay quienes eligen la oscuridad (versión latinoamericana). Cinco mujeres desaparecidas y ningún culpable онлайн
67 страница из 70
Cuando cerró la carpeta, comprendió que estaba muy lejos de conocer a Camille Byrd lo suficiente como para encontrar las respuestas que buscaba, pero el trabajo de esa noche era un comienzo. Dejó la carpeta a un lado y cerró los ojos. Calmó la mente y dejó que los hechos pasaran a primer plano. Esa noche, soñaría con Camille Byrd como siempre soñaba con las víctimas a las que estudiaba. Así era como comenzaba cada reconstrucción. Elegía cada caso con mucho cuidado y le dedicaba toda su atención hasta que llegaba a su conclusión y entregaba todo a los detectives para que terminaran el trabajo.
Después de veinte minutos de meditación, abrió los ojos y respiró hondo. Llevó los documentos a su despacho y los acomodó ordenadamente sobre el escritorio. Extrajo la fotografía de 20 x 30 de Camille y la pinchó en la plancha de corcho sobre la pared. La plancha estaba marcada con agujeritos de reconstrucciones previas; con el correr de los años, había contado muchas historias trágicas. Esa noche los ecos de aquellas historias no se hacían oír; la atención de Rory estaba fija en la foto de Camille Byrd, que le devolvió la mirada desde algún lugar fuera del universo, aguardando su ayuda.