Читать книгу Panza de burro онлайн
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Isora odiaba a la abuela con todas sus fuerzas. En el colegio aprendió una vez que bitch significaba puta, y desde entonces siempre que la abuela le decía que si le lleves a Doña Carmen los güevos y las papas, que le cobres a la mujer, que le traigas dos cajas de muslos a la chica, cuatro panes, dosientos gramos de queso amarillo, dosientosincuenta gramos de queso cabra, que le pongas un trozo dulce guayabo a la chica, un saco papas, súbele unas gambas, que le cobres al estranero, que tú sabes hablar inglés, que yo solo sé hablar cristiano, Isora le respondía vale, bitch, ya voy, bitch, de acuerdo, bitch, lo que tú me pidas, bitch, gracias, bitch, alguito más, bitch? Y la abuela la miraba como desconfiada pero Isora le decía que bitch significaba abuela en inglés.
En la venta también trabajaba Chuchi. Chuchi, la tía de Isora, la segunda hija de Chela. A Chuchi todo el mundo la llamaba Chuchi pero nadie sabía cómo se llamaba en realidad. Chuchi tenía los ojos verdes como Isora, pero con manchas como de café derramadas en lo blanco. Como de café en el fondo de la taza. Chuchi era alta, flaca, de patas largas, chupada, seca. No se parecía a Isora sino en los ojos. Nunca nadie la había visto con un novio y no tenía hijos. Chuchi también era mucho de estar en la iglesia, pero su sueño no era ser santa, como su madre, sino vendedora. Durante un tiempo estuvo vendiendo pinturas para la cara y cremas y jabones para el pelo y jabones para el cuerpo a las vecinas del barrio. Iba con su ropa de secretaria, con una chaqueta verde, como sus ojos verdes, y una falda verde, como los ojos de Isora verdes, y unas botas marrones con tacón cuadrado y una carpeta con las revistas de Avon en las que mostraba los produtos, casa por casa. La madre le decía a la gente que la hija se le estaba echando a perder, porque estaba como los cueros, todo el día en los caminos.