Читать книгу Lecciones sobre la Analítica de lo sublime: (Kant, Crítica de la facultad de juzgar, § 23-29) онлайн

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En el parágrafo 9 de la tercera Crítica, Kant introduce la sensación. La cuestión es saber cómo tomamos conciencia, en el juicio del gusto, del acuerdo de las facultades (de conocimiento) que allí está en juego, si es por sensación o «intelectualmente». He aquí cómo la respuesta a esta cuestión se argumenta: «Si la representación dada, que ocasiona el juicio del juicio de gusto, fuese un concepto que unificara entendimiento o imaginación en la estimación, la Beurteilung, del objeto con vistas a un conocimiento de este, la conciencia de esta relación sería intelectual (como en el esquematismo objetivo de la facultad de juzgar del cual trata la crítica). Pero, entonces, el juicio no estaría ya referido al placer y al pesar, y en consecuencia no se trataría de un juicio de gusto. Ahora bien, el juicio de gusto determina el objeto en relación con la satisfacción y con el predicado de la belleza independientemente de conceptos. Se sigue que la unidad subjetiva de la relación sólo puede manifestarse [kenntlich machen] a través de la sensación» (62; 57). Más adelante (§ 36), cuando se trata de proceder a la «deducción» de los juicios de gusto respondiendo a la pregunta ¿cómo los juicios de gusto son posibles?, Kant distingue este problema de aquel de la posibilidad de los juicios de conocimiento en los siguientes términos: a diferencia de los segundos, en los primeros la facultad de juzgar «no tiene simplemente que subsumir [datos] bajo conceptos objetivos del entendimiento y no es sumisa a una ley, sino que es allí, para sí misma, subjetivamente, objeto tanto como ley, Gegenstand sowohl als Gesetztist» (123 t.m.; 138).

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