Читать книгу Norah онлайн

43 страница из 51

Will abrió poco a poco los ojos. Estaba amaneciendo, y el sol se colaba entre los árboles tiñendo de dorado todo lo que tocaba. Estaba descansado, pero no había dormido bien. Aunque ya estaba acostumbrado a eso. Cada vez que dormía la misma pesadilla, una noche tras otra.

Se sentó en la manta y miró hacia las copas de los árboles. Una lágrima salió de uno de sus ojos y se deslizó por la mejilla. No podía quitárselo de la cabeza. Allí plantada en su mente estaba la imagen de una celda y un chico de rodillas en ella. Era él. Sus muñecas; atadas con unas cadenas que caían del techo; presentaban unas heridas por las que caían unos pequeños regueros de sangre, resbalándole por el brazo. Estaban así seguramente por el esfuerzo de intentar liberarse de ellas. Tenía el pelo bastante largo que le caía por los hombros. Estaba tan delgado que hasta se le notaban los huesos. La espalda, estaba inundada de cicatrices y de heridas aún abiertas producidas por lo que seguramente había sido un látigo.

Respiró profundamente varias veces. Despacio, hasta que consiguió recobrar la tranquilidad. Su vulnerabilidad, antes a flor de piel, había vuelto a lo más hondo de su ser. Ya no parecía el Will de hacía unos minutos. Su pasado, aquel que llevaba tantos años persiguiéndolo, era su carga.

Правообладателям