Читать книгу Cómo construir matrimonios felices онлайн

20 страница из 27

Por otra parte, la complementariedad rígida es cuando ambas partes conservan sus roles de superior e inferior sin cambios, de modo que uno siempre manda y el otro siempre obedece, uno decide y el otro acata. Cuando se impone la violencia, se perpetúa la desigualdad, por la cual uno siempre castiga y el otro es la víctima. Se cree en el derecho de castigar al débil. Es la modalidad de la “violencia-castigo”. Aquí los riesgos son muy altos para la víctima. Por lo tanto, en estos casos, hay que presentar la denuncia para salvaguardar a la parte desfavorecida y más vulnerable.

¿Cuáles son las intervenciones que deben realizarse en situaciones de violencia? La fórmula más simple es: en las relaciones simétricas, introducir algo de complementariedad; y en las relaciones complementarias, algo de simetría. Esto significa que en las confrontaciones simétricas haya que instruir a los contendientes para que una de las partes renuncie a su posición, aunque sea transitoriamente, para ceder y aceptar los planteamientos de su interlocutor. Se puede sugerir que vayan alternando sistemáticamente el rol de aceptación, para conservar la igualdad. ¿Cómo hacer en la violencia-castigo de las relaciones complementarias? Es más difícil, por la resistencia a la intervención externa del agresor. Cuando la víctima pide ayuda, hay que orientarla para que pueda asumir comportamientos simétricos, no aceptar la violencia, reforzando su posición con el respaldo de redes de apoyo dentro de la familia, del contexto social, o hasta del sistema judicial o policial. Muchas veces, la presencia de algún familiar, vecino o amigo basta para neutralizar la aparición de comportamientos violentos. De modo que se hace necesario instruir a la víctima para que no entre en situaciones de riesgo de confrontación sin la presencia de quienes puedan ayudarla a contrarrestar el peligro.

Правообладателям