Читать книгу Un despropósito ecuatorial. Volumen I онлайн

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En cuanto a los campamentos, Barrera se preocupó de que según se iban vaciando fueran desmantelados.

Una vez finalizada la guerra España podía por fin encarar la ocupación efectiva de Río Muni. Tal vez había llegado el momento de que la colonia pudiese comenzar a ser rentable. Faltó sin embargo de nuevo el presupuesto para hacerlo. Entre otras razones porque pronto se iba a reanudar la guerra en Marruecos.

Existe una carta del gobernador a Antonio Maura (el político fue presidente en tantas ocasiones -cinco- que no sé exactamente a cuál de sus periodos se refiere) en la que Barrera le asegura respecto a la situación de la colonia:

…piense todo lo mal que pueda y se quedará corto.159

En todo caso el período de entreguerras trajo consigo el apogeo colonial. Algunas de las multinacionales actuales -Firestone, Unilevel…- acumularon su capital inicial aprovechando aquel contexto.

Entretanto, la preocupación de los colonos de Fernando Poo seguía siendo exigir que se proveyera como fuera de braceros a las plantaciones de cacao, y ese como fuera implicaba traerlos de fuera de la isla. La ley de vagos que permitía obligar a trabajar a cualquier nativo que no tuviera un contrato de trabajo era insuficiente. Había que producir y reproducir. La falta de mano de obra fue un problema permanente para la economía de la colonia, y lo continuó siendo para Guinea Ecuatorial independiente hasta la explotación del petróleo (más aún cuando Macías expulsó de la noche a la mañana a todos los nigerianos). Aún hoy CAMASA, que es la empresa que explota la finca Sampaka, no tiene mayor producción porque no encuentra quién la trabaje.

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