Читать книгу Un despropósito ecuatorial. Volumen I онлайн

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Este hecho dio origen a un fleco curioso en la historia de Guinea Ecuatorial. Trinidad Morgades, la fundadora de la Universidad Nacional,40 lo conoce bien y le habló de ello en una entrevista a Juan Valbuena.41

El caso es que cuando los españoles llegaron por segunda vez encontraron ya instalados en la isla a un grupo de familias negras protestantes con cultura y apellidos ingleses -los Jones, los Dougan, los King…-, algunas de ellas con poder y con mucho dinero. Eran los krio (más tarde llamados fernandinos).

En general, las relaciones que se establecieron entre los fernandinos y la nueva élite española fue de mutuo desprecio (una isla dentro de la isla, describió Morgades): los primeros no aprendieron castellano -y por supuesto los españoles jamás hablaron inglés-. A la larga eso no benefició a ninguna de las partes.

Esta vez España puso un poco más de empeño en proporcionar las tres patas que cualquier colonización necesita: militares, colonos y misioneros.

A fin de asegurar los primeros, nombró gobernador al capitán de navío Carlos de Chacón y Michelena -que se encargaría entre otras cosas de echar a los anabaptistas-; y para lo segundo en 1845 llevó desde la península a un centenar de artesanos y labradores.

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