Читать книгу Cada quién su cuento онлайн

10 страница из 18

Yo pensaba que hablar español no me iba a servir más que para hablar contigo, Amá; toda esa familia de la que me contabas no eran más que fantasmas que habitaban tu cabeza y que nublaban tus ojos con lágrimas en las tardes de lluvia cuando el olor a tierra mojada te recordaba a esa patria tan lejana, pero tan tuya.

Cuatro

La gente avanza nuevamente. Ya escucho los gritos de las otras familias, seguramente están los padres de Jerry y sus abuelos que vinieron desde Pensilvania. Ya me imagino, también, a los parientes de Juan ocupando la primera fila; siempre llegaban temprano a todos los eventos y saludaban eufóricamente cuando lo veían en el escenario. Ellos inmigraron del Salvador en plena época de guerrillas, se vinieron todos juntos en un programa de asilo. Son una familia tan unida que, aunque todos tienen papeles y buenos trabajos, siguen viviendo como muéganos en la casa de los abuelos; disque para no pasar frío.

Camila me comentó que venía su padre desde San Diego con su nueva esposa y medios hermanos. Su madre asistiría con su novio; era una mujer tan distinguida, tan elegante. Cada vez que iba a casa de Camila su madre parecía hipnotizarme con la plática: tiene un PHD en Physics, el grado más alto que otorga la Universidad. Una consagrada científica que recibía reconocimientos internacionales; había viajado por el mundo y hablaba cinco idiomas. No podía imaginar a una mujer más inteligente y refinada que ella. Su ropa siempre lucía impecable, todo coordinado, nada de segunda mano o de tienda de remates.

Правообладателям