Читать книгу Polarizados. ¿Por qué preferimos la grieta? (aunque digamos lo contrario) онлайн
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Abramowitz y Webster documentan este proceso para Estados Unidos y vinculan el partidismo negativo con el crecimiento de la división ideológica como eje estructurador del comportamiento de la opinión pública, de la oferta mediática y de la oferta política. Los autores registran un fenómeno que hasta hace poco hubiera resultado inverosímil: el crecimiento de la lealtad partidaria en el comportamiento electoral de los estadounidenses. Ahora bien, ese fenómeno, comprueban, está apalancado por un crecimiento de la valoración negativa del partido rival, es decir, los demócratas son cada vez más anti-republicanos y los republicanos son más anti-democrátas que nunca, lo cual configura una polarización apoyada sobre un partidismo negativo. La identidad afirmativa de pertenencia aparece como débil o insuficiente a la hora de evaluar las propuestas políticas en épocas de polarización y así se produce este desplazamiento hacia la negación del otro como un reaseguro de mis propias convicciones y de mi identidad con los idénticos.