Читать книгу Polarizados. ¿Por qué preferimos la grieta? (aunque digamos lo contrario) онлайн
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A lo largo de este capítulo introductorio, sobrevolamos diferentes aspectos involucrados en este fenómeno, algunos desarrollados con mayor profundidad en los siguientes capítulos. En esta sección final queremos hacer zoom y aterrizar sobre dos de las características más distintivas del espacio público polarizado sobre el que reflexiona este libro. Sostenemos que son rasgos distintivos porque si bien no son del todo inéditos, sí resultan especialmente acentuados en la actualidad. Esos rasgos son, por un lado, las segregación ideológica y por el otro, la expansión del partidismo negativo como driver central del comportamiento político y de las emociones políticas de este tiempo.
Segregación ideológica y partidismo negativo.
Sea con nostalgia o con realismo, al referirnos a un espacio público polarizado pensamos también en las dificultades para el despliegue de una promesa fundante del ideal democrático: la creación de un espacio público plural, abierto, deliberativo y respetuoso de la palabra del otro. Algo que podríamos reconocer como el ideal habermasiano de esfera pública. La polarización, tal como la vivimos en Argentina y en otras partes del mundo, opera casi como lo contrario: funciona como un parteaguas radical, separa a los ciudadanos al punto de convertirlos en un otro-no-deseado. La palabra del otro, y el otro mismo, muchas veces se nos aparece como fuera de nuestro horizonte, algo que solo imaginamos o deseamos fuera de la comunidad a la que pertenecemos.