Читать книгу Dimelo cantando онлайн

28 страница из 120

—Estoy muerta de sueño. Estaba a punto de regresar a la cama. —Tras estudiarme durante unos segundos, asiente, aunque no parece muy convencida. Se gira para coger su bolso y yo me muerdo el labio—. Siento mucho lo de anoche. No sé en qué estaba pensando.

Fue nuestra primera fiesta juntas y acabó de este modo. Prefiero no pensar en qué estado me trajo a la residencia. Se portó muy bien conmigo, a pesar de la mala impresión que seguramente le di. Solo llevo aquí unos días y ya he metido la pata. ¿Es que no pienso cambiar nunca?

Sin embargo, Chloe me mira con seriedad y niega con la cabeza.

—El tío de anoche era un capullo. No fue culpa tuya.

Mi estabilidad se tambalea. No recuerdo habérselo contado.

—¿Así que lo sabes? —pregunto con la voz temblorosa.

—Hablas mucho cuando estás borracha. Lo único que hiciste mal fue no darle una patada más fuerte en las pelotas.

Eso me hace reír entre lágrimas. No sé cuándo he empezado a llorar. Sorbo por la nariz y se acerca a darme un abrazo. Cuando se aleja, me seca los ojos con los pulgares.

Правообладателям