Читать книгу Dimelo cantando онлайн

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—Tengo clase mañana —respondo y canto victoria cuando la veo sonreír con aprobación. Que me considere una alumna responsable hará que, a la hora de la verdad, me tenga menos vigilada.

Subo por las escaleras hasta el tercer piso. Las paredes están cubiertas de pintura de pizarra y los estudiantes podemos escribir lo que queramos, así que están llenas de frases, dibujos y colores. Tomo el primer desvío a la derecha y, en un recoveco, encuentro la habitación trescientos seis.

Abro de golpe y sin llamar.

—De acuerdo. Nueva regla: vuelve a darme un susto así y te meto una percha por el culo.

—Hola a ti también, Chloe.

Sonrío y cierro la puerta con más cuidado esta vez. Solo llevo unos días aquí, pero hemos hablado tanto porWhatsApp durante las últimas semanas que ya estoy más que acostumbrada a las constantes amenazas de mi compañera de habitación.

Si tuviera que definir a Chloe en una palabra diría que es explosiva. Me mudé a la residencia con la esperanza de estar rodeada de artistas y no podría haber elegido mejor. Chloe estudia Diseño, se pasa el día haciendo bocetos y combinando estampados que me dan dolor de cabeza. Aunque no compartamos horario, vamos a la misma facultad, lo que es toda una suerte. Hemos intimado mucho desde que llegamos, básicamente porque es incapaz de aguantar callada más de treinta segundos.

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