Читать книгу ¿Qué queda del padre?. La paternidad en la época hipermoderna онлайн

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Forclusión de la castración significa que la máquina del discurso capitalista no se rige por el procedimiento simbólico de la represión; rechaza el límite, la falta, el deseo y la división del sujeto que la represión comporta. Significa que el goce se desborda sin diques, sin frenos, no se engancha al deseo, empuja hacia el consumo disipador de la vida. En efecto, para el psicoanálisis la castración es el modo de decir que a la función simbólica de la Ley le corresponde humanizar el deseo. En este sentido, la forclusión de la castración es un modo de designar la pulsión de muerte como pulsión que conduce la vida hacia un goce tan ilimitado como destructivo. En consecuencia, el carácter inhumano del discurso capitalista no consiste solamente, como aún pensaba Marx, en la reducción de las facultades humanas a las animales, en la animalización del hombre como bestia de trabajo, como pura fuerza-trabajo, sino en rechazar maníacamente el sujeto del inconsciente en tanto sujeto del deseo, forcluyendo el principio (la castración simbólica) que hace accesible al hombre la posibilidad misma de desear.


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