Читать книгу Escogidos por Dios онлайн

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Pronto descubrí que Dios nos había creado para que el corazón siguiera a la cabeza. No podía amar impunemente con la cabeza algo que odiaba en el corazón. Una vez que comencé a ver la coherencia de la doctrina y sus más amplias implicaciones, mis ojos fueron abiertos a la benevolencia de la gracia y al gran consuelo de la soberanía de Dios. Comenzó a agradarme la doctrina poco a poco, hasta que recibí en mi alma la impresión de que la doctrina revelaba la profundidad y las riquezas de la misericordia de Dios.

Ya no temía a los demonios del fatalismo o al desagradable pensamiento de ser reducido a una marioneta. Ahora me regocijaba en un benévolo Salvador, que era el único inmortal e invisible, el único y sabio Dios. Se dice que nada hay más ofensivo que un bebedor convertido. Haz la prueba con un arminiano convertido. Los arminianos convertidos tienden a volverse fervorosos calvinistas, entusiastas de la causa de la predestinación. La obra que estás leyendo es de uno de esos convertidos. Mi conflicto me ha enseñado algunas cosas a lo largo del camino. He aprendido por ejemplo, que no todos los cristianos son tan celosos acerca de la predestinación como yo. Hay mejores hombres que yo que no comparten mis conclusiones. He aprendido que muchos mal entienden la predestinación. He aprendido también el dolor de estar equivocado.

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