Читать книгу El secreto de la tierra y los primeros dioses онлайн

20 страница из 39

Luego de la segunda guerra, denominada la guerra de los Sueños, la ciudad ganó prestigio y, gracias al poder del cristal, las arcas del reino se llenaron lo suficiente para construir un nuevo castillo en la cima del monte Munhadar, donde se trasladó el gran cristal. Este nuevo castillo recibió el nombre de Helena, en honor a la última reina de Ur. A raíz de esto, el castillo de Yahveh se convirtió en el principal templo, mientras el resto de la ciudad se organizó alrededor de la montaña hasta tomar una forma circular, dejando intactas miles de hectáreas de bosque pertenecientes al monte. De esta manera, los ríos Ghost y Logg atravesaban Ur hasta llegar al lago, el cual desembocaba en el mar a través de un río navegable del mismo nombre.

La única manera segura de llegar al castillo de Helena era utilizar uno de los cuatro puentes que cruzaban el bosque, debido a que en él vivían criaturas tan hermosas como peligrosas, lo que resultaba favorable para sus habitantes, ya que dificultaba aún más el acceso. Con el paso del tiempo, entre el bosque y el castillo de Helena se construyó un lago artificial alimentado por una vertiente, encargado de protegerlo y, al mismo tiempo, proveer de agua a la ciudad.

Правообладателям