Читать книгу El secreto de la tierra y los primeros dioses онлайн

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—Sí, la veo, es hermosa.

—Allá está lord Bartolomé Casther por Fajarath, al oriente, donde se dedican a la agricultura. En este momento, platica con lord Thecleo Vasth, quien es señor de BarackRoth, la fortaleza que se ubica al poniente de Ur; allí también son agricultores. Ambos, además, son famosos por proveer muy buenos caballos.

»Por último, lord Xinthos Prath, gobernante de Salmeth, la fortaleza del sur. Es aquel hombre que está en la escalera, viste una chaqueta azul con detalles dorados.

—Nuestra caravana atravesó sus tierras, casi siempre comerciamos con ellos. Sus minas de oro y piedras preciosas los convierten en objetivo de todos los mercaderes de las tierras cercanas.

—Así es, muchas veces tuvimos que defenderlas de saqueadores y bandidos.

Ambos jóvenes se internaron en el gran salón del palacio. La fiesta de aniversario del final de la guerra era el evento máximo, hecho que Ana pudo comprobar con sus propios ojos.

Aquella noche, el nombre de Miriam Gil (o como algunos la llamaban, la Loba) estaba en boca de todos. De forma constante, los habitantes de Ur relacionaban su voz con el aullido de aquel animal, pues al cantar todo a su alrededor quedaba en silencio, ya que encantaba incluso a los corazones más fríos. Sin embargo, por más que sus ojos la buscaron, Seth no la encontró.

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