Читать книгу Santa María de Montesa. La orden militar del Reino de Valencia (ss. XIV-XIX) онлайн
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La acción coordinada que, durante la madrugada del viernes 13 de octubre de 1307, puso en manos de agentes reales de Felipe IV, Capeto, las distintas encomiendas templarias en el Reino de Francia y propició el apresamiento de los freires fue, sin duda, una actuación simbólica de un cambio de época marcado por la crisis de poderes universalistas, en este caso la Iglesia romana, y el afianzamiento dominante de unas monarquías que habían ido fortaleciendo su control sobre complejos haces de dependencias articuladoras de la vida política de los territorios.ssss1 No es este el momento de centrarnos en la fulgurante intervención del monarca capeto sobre el Temple, sino de incidir en la rápida respuesta de Jaime II de Aragón en tierras ibéricas y en las razones de tan sorprendente celeridad. En efecto, el 1 de diciembre, solo mes y medio después del putsch capeto, el rey decretó desde Valencia el arresto de los templarios de dicho reino, extendiendo la medida a Aragón y Cataluña al día siguiente; las instrucciones iban acompañadas de la prohibición de prestar socorro alguno a los freires.ssss1 Entre los días 2 y 7 del mismo mes delegados regios controlaron las encomiendas de Valencia, Burriana y Chivert; la fortaleza de Peñíscola se entregó el día 12 sin apenas lucha. Por último, Ares y la Tenencia de las Cuevas quedaron sometidos al rey el 26 de diciembre.ssss1