Читать книгу Nuestra asignatura pendiente онлайн

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Buscaba información, miraba vídeos, fotografías de paisajes, descifraba mapas; pero nada lograba que conectase al cien por cien. Entonces se le ocurrió hacer un viaje a Marruecos. Al principio le pareció una locura, después, a medida que lo analizaba en profundidad, se transformó en una meta que prendió fuerte en su ser.

Después de tomar la decisión, Emily ideó un itinerario inicial con los sitios que sabía que habían sido importantes para sus abuelos. Había comprado el billete de ida, pero no se había atrevido a comprar el de vuelta porque no sabía cuánto tiempo le llevaría investigar.

Y ahí estaba, a punto de dar uno de los pasos más importantes de su carrera, pero sobre todo de su vida personal, y debía reconocer que la adrenalina y el miedo la recorrían a partes iguales.

En un acto sin premeditación, pero que obedecía a una necesidad interna, cogió el móvil, lo desbloqueó con la huella digital y abrió la agenda de contactos. Pulsó la letra «k» y, de inmediato, apareció el nombre que esperaba. Se lo quedó mirando, aunque no hizo nada.

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